Ad libitum

Últimamente me he fijado en la proliferación de artistas ya no sólo por  los medios típicos de internet (redes myspace, etc), sino que ahora cuelgan un vídeo en youtube con un tema de moda en versión acústica, obtienen una cantidad de visitas y se crean un canal. Más tarde son «estrellas» de la red e incluso les ves que sacan sus propios discos con canciones propias y versiones.

Varios casos:

Marie Digby versionando «Umbrella»:

Boyce Avenue adaptando la de Rihanna

Emma Deigman cantando «Just Dance»:

No está de más decir que no lo hacen nada mal a mi gusto

No sé cómo estará la industria musical en EE.UU. pues se lleva el iTunes (te venden los temas por medio digital o escucha online, todo ello interconectado con la red de Apple). Sería una buena manera de autogestionarse y promocionarse, porque la verdad es que internet en esta última década ha revolucionado en parte el mundo y la comunicación tan rápida y distante contribuye a un desarrollo de la cultura. Ahora bien, las grandes industrias ya vieron este filón y poniendo cantidades de dinero sobre la mesa no  han dejado pasar el tren. Así el boyante negocio de Myspace hace más rico si cabe al señor Rupert Murdoch, o el de Youtube, que crece desmesuradamente. Además de que sus clausulas les hace dueños de algo que obviamente no son. Por ejemplo «One republic» se dio a conocer con su tema «Apologize», pero no ha tardado en fichar por Universal.

Otra manera d ela que han surgido cantantes y que esta a día de hoy aceptada es la de los realitys, y ya no operación triunfo o similares, sino que hay casos de gente que va a los «Tu si que vales» o «America´s got talent» y da el salto a la fama, con discos, giras y demás. Veremos cuánto duran algunos. A otros les aguantamos desde hace unos años más.