De todos es sabido la delicadeza de ciertos aparatos electrónicos, y más concretamente de los auriculares, que cuando menos te lo esperas te obligan a escuchar sólo desde un pabellón auditivo. Uno de los casos más comunes es la rotura del cable a la altura de la clavija. Y yo me pregunto: ¿no han avanzado lo suficiente como para conseguir un sonido bueno?. La repuesta es si. ¿Entonces por que no ponen empeño en minimizar el daño y alargar la vida útil de los cacharros?. La respuesta la veo obvia también: porque les conviene. A una empresa le interesa vender más (y tener al cliente lo suficientemente contento, si…). También he de decir que mi uso del aparato es diario, pero me duran poquisimo coña!!
Un arreglo podría y suele ser el soltar la clavija y volver a unir con estaño las conexiones. Pero para intentar evitar, o cuanto menos retrasar esa tarea, propongo algo que creo que podría funcionar. Me he fijado en cómo tiene el micro Brandon Boyd de Incubus: con cinta aislante dejar rígido el tramo anterior a la clavija con una parte del cable de después, así esa zona no sufriría tanto, a ver si se aprecia. Aunque no creo que lo haga con esa intención…. o si!
He aqui mi última adquisición, Sennheiser eh150, unos auriculares lo suficientemente buenos como para escuchar con calidad en casa agusto, para la calle prefiero los auriculares. Ya necesitaba algo de nivel para el hogar, no excesivamente caro ni sofisticado pero que responde a lo básico. Si bien podrían valer para estudio o Dj, la verdad esque sus características lo hacen escaso. Tres metros de cable y unos auriculares no internos, que aislan del exterior bastante bien. Además son cómodos, pues algunos de los que te entran en la oreja aislan demasiado y son un engorro a veces. Ahora solo queda cuidarlo y tener cuidado con las zonas delicadas.
En definitiva y por último, espero no tener que recurrir a unos auriculares de emergencia, como aquellos últimos que tuve que amarrar en el todo a 100 y que daba pena escuchar cualquier estilo, y vale que a los bajistas a veces se les haga bulling, pero que ahi están (no había dios que escuchase un sonido grave).
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